Cuando por razones de ego o convencimiento, nos tomamos a pecho el mal ajeno, recordemos antes de juzgar que Jesús ha enterrado en el mar nuestros pecados, aquellos oscuros actos que una vez escribieron carta contra nosotros y no permitían que fuéramos libres de ser y vivir, así debe ser nuestra práctica de la misericordia. Capaz de dar lo que por gracia nos fue otorgado, el perdón ese perdón que libera y nos permite crecer espiritualmente por la aprobación. Gozate si haz sido perdonado y hoy eres ministro de JAH y no lo olvides nunca cuando el mal acose a tu hermano y lejos de ayudarlo a levantarse y batallar tomes la iniciativa de señalarle. Recuerda que una vez Jesús lo hizo contigo y para siempre, para que tu fueras imitador suyo, capaz de dar amor y perdón más allá de tu humanidad y razones personales. Esa es la justicia de Dios, la que no comprende el mundo y no practica el gentil. Bendice con retornos a todos los que por alguna razón están pasando por en medio del dolor de su debilidad y hazles ver que Jesús está listo para perdonar sólo necesita que le reciba en espíritu y verdad.
|
No comments:
Post a Comment